A la mierda todo
Hay días en los que me despierto con una sensación que va más allá del simple cansancio. Es como si una voz que normalmente mantengo en silencio de repente gritara: «a la mierda todo». Es algo que no puedo ignorar, como si mi propio ser me pidiera que pare, que huya, que me desprenda de todo lo que pesa sobre mis hombros. No es una rebeldía superficial, es un agotamiento profundo, de esos que no se curan con una noche de sueño.
Es esa sensación de estar abrumada por todo: por el mundo que gira demasiado rápido, por las expectativas que los demás y yo misma hemos construido, por las rutinas que repito una y otra vez. A veces, lo único que quiero es encontrar un lugar en donde pueda simplemente existir, donde no haya presiones, ni esa constante necesidad de ser más, de hacer más, de ser mejor.
Y no es que quiera desaparecer del todo, pero me encantaría poder pausar el mundo actual, y poner play en otro en donde pueda ser yo misma, sin miedo a mostrarme rota, sin la obligación de ser fuerte todo el tiempo. No necesito grandes cosas, solo rodearme de personas que no me juzguen por mis caídas y que no me bombardeen con la perfección ilusoria que muchos intentan proyectar.
Por eso aunque a veces quisiera gritar «a la mierda todo» y escapar, sé que no puedo y tampoco quiero. Sé que estoy aquí, anclada por las responsabilidades, los vínculos, las personas que amo y dependen de mí. Sin embargo, sé que lo que realmente busco no es una huida definitiva, sino un momento de pausa, de autenticidad pura, un espacio donde no importe lo que se espera de mí, sino lo que yo necesito.
¿Cuántos de ustedes también sienten esa necesidad de apagar el ruido y encontrar un momento de autenticidad en medio del caos?
Michelle Gotthilf
Me! Que ganas te escapar a veces y olvidar problemas ! Love u amiga don’t forget how strong u are
Ivania Romero
Gracias, Mich! Love you!