Casi todas las mañanas, después de dejar a mi hijo en el colegio, intercambio notas de voz con una buena amiga. Compartimos cómo nos sentimos y reflexionamos sobre distintos temas. Hoy, nuestra conversación giró en torno a la monotonía que a veces invade nuestras vidas, especialmente para mujeres como yo, mamás 24/7, que tenemos poco tiempo para disfrutar de algún momento de diversión.

Aunque hay días en los que la rutina puede parecer un peso y te sientes atrapada en una especie de letargo emocional, también he aprendido a encontrar momentos de conexión y crecimiento personal. Cumplir con nuestras responsabilidades puede ser desafiante, pero cada día trae consigo la oportunidad de encontrar pequeñas alegrías y gratificaciones que nos ayudan a mantenernos en pie.

Me doy cuenta de que las personas pueden sorprendernos, a veces de maneras inesperadas. Aunque en la vida pueden surgir desafíos, también hay valiosas lecciones que aprender. Las amistades que realmente desean lo mejor para ti, con sinceridad y sin reservas, son como tesoros que brillan en medio de la rutina diaria. Son esas conexiones genuinas las que nos recuerdan que no estamos solos y que siempre hay alguien dispuesto a ofrecernos apoyo y comprensión.

En cuanto a las relaciones sentimentales, reconozco que la monotonía ha enfriado un poco mis ganas de salir y conocer a alguien nuevo. Sin embargo, he aprendido a enfocarme en lo que realmente importa: encontrar personas que valoren el corazón y el alma por encima de cualquier otra cosa. Aunque no siempre es fácil, sigo creyendo en la posibilidad de encontrar relaciones legítimas y desinteresadas.

No puedo evitar sentirme un poco cansada de la superficialidad que a veces encuentro en las interacciones humanas. Sin embargo, en lugar de quedarme en ese sentimiento, he decidido buscar la autenticidad y la bondad en los demás. Estoy convencida de que, a pesar de los desafíos, todavía hay esperanza para aquellos que, como yo, buscan una vida más significativa y relaciones más profundas.

A veces, solo quiero encontrar un rincón en el mundo donde la autenticidad sea la norma y donde las intenciones sean más genuinas. No sé si quizás estoy esperando demasiado, pero también estoy segura de que si seguimos buscando, podemos encontrar espacios y personas que nos devuelven la fe en la humanidad.

Cuéntame, ¿tú también te sientes así?